Dilema

Dejando a lado a la religión, que parece ser un síntoma inequivoco de nuestra época, puede ser que no sepamos cuando comienza la vida, pero no hay forma de que no sepamos cuando termina.

Formas Parte I

Todo lo que pasa en el mundo tiene una razón de ser. Hace algunos meses con el nombramiento de Diego Armando Maradona como técnico de la selección nacional argentina se hicieron algunas reflexiones, observaciones e incluso reclamaciones.

Dentro de estas hubo una en especial que llamo particularmente mi atención: "Maradona va a ser el Hugo Sánchez argentino." Desgraciadamente esta comparación la escuche varias veces y de diferentes personas que a de mas son reconocidas como autoridades del deporte. No es que me guste contradecir a las grandes autoridades en sus temas de estudio pero ahora si me voy a dar el lujo.

Hugo Sanchez Marquez fue insuperable, en algún tiempo, en algún lugar, quizá el mejor que hemos tenido con la playera verde en toda la historia de esta gran nación. "El Diego," como lo llaman algunos, es el mejor jugador de balompié de todos los tiempos, de todos los lugares. Si. Puede ser debatible y subjetivo, no obstante obtuvo 53% en la votación del mejor jugador del siglo. Diego se pelea por ser el mejor de todos los tiempos, Hugo aspira a que nadie le quite el record de penta-pichichi.

Alfio Basile, director técnico de la albiceleste antes de Maradona, gana lo poco que le puede pagar la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), mientras que sus pupilos ganan lo mucho que les pueden pagar los clubes europeos. Los argentinos ya saben jugar, pero imaginemos una "charla técnica" de Basile, mejor conocido como el "coco", a sus jugadores. Leo Messi, por dar un ejemplo, estaría escuchando a los "Babas" en su iPod, Crespo y Zanetti aventandose palomitas y Riquelme dormido por la desvelada de la noche anterior; y es que ¿cómo le van a hacer caso a alguien que les dice que hacer cuando su tiempo ya pasó, cuando gana la cuarta parte que ellos y cuando la prensa y los hinchas argentinos le critican todo? Pobre coco, pero ¿A quien entonces le va a tener fe la selección bicampeona del mundo? Pues a su Dios y su Dios se llama Diego Armando Maradona. Claro que le hace falta un poco de experiencia pero como dije los argentinos ya saben jugar, sólo necesitan alguien que los ordene un poco y los inspire.

Acá es diferente y no por que no sepamos jugar, si no por que aquí no se le tiene fe a nadie, mas que a la Virgen de Guadalupe, pero en este caso no creo que nos ayude mucho aún que algunos fervorosos crean que si. La Fedración Mexicana de Fútbol (FMF) se maneja diferente. Nuestra liga se ha sobre valuado o mas bien la han sobre valuado entre Televisa, TV Azteca y los dueños de los dieciocho equipos de nuestra liga, que a veces desgraciadamente son los mismos. Hace mucho (probablemente desde que se implementaron los torneos cortos con liguilla) que en México se perdió el verdadero sentido del fútbol y se convirtió en un gran negocio. Las decisiones de la FMF se toman sin tener en cuenta lo futbolístico, debería ser solamente Federacion Mexicana, por que entre Vergara y Azcarraga hacen lo que les genere mas beneficio a ellos y no al fútbol. El nombramiento de Hugo Sánchez como director técnico de la selección es el ejemplo perfecto. Jorge Vergara ha aceptado que se equivocaron que lo llamaron por la gente y por que era su momento no por que tuviera la capacidad de dirigir a nuestra selección. Esa no es la forma de haacer las cosas.

Aquí no tenemos dioses, inspiraciones, ni siquiera una promesa decente que haga crecer la ambición por esa copa dorada que se disputa cada cuatro años. No es bueno adorar y alabar a una persona como los argentinos a su 10, pero por lo menos creen en algo, defienden que es el mejor y lo hacen suyo, de su Argentina. Nosotros lo bueno que podemos tener no lo aceptamos, lo criticamos y despreciamos y luego después de todo preguntamos por que no hemos ganado el mundial es por eso, por las formas.