martes, 27 de mayo de 2008

Reflexión en Martes, pero no del Martes

Consideremos lo siguiente:
"Si por libres nos sentimos felices, por felices perdemos la noción del tiempo."
Analicemos lo anterior:
Imaginen a alguien que va al cine, se mete en su pelicula y se deja llevar por la pantalla. Él olvida tajantemente su penosa y dura realidad para "disque vivir" la acción fingida de la pelicula en la que goza, llora, vuela, navega, y sueña lo que ni siquiera podría soñar sin este sueño. Ahora imaginemos un doctor que también va al cine. Ese médico vive la alegría de las personas que resucitan en la pantalla por que eso no pasa en su sala de emergencias. Lo mismo que una muchacha en el metro que se casa con el heroé de su revista, con aquel que la vida no puso en su camino.
Así, el iluso que crea imágenes en su mente de realidades fantásticas olvida la amargura de su vida y con ello pierde la noción del tiempo y por tanto es feliz. Solo en esa intemporalidad se puede gozar esa felicidad.
El hombre feliz dice "se me paso rapidísimo" o el mismo "se me fue el tiempo y no me dí cuenta" en cambio el otro quiere matar el tiempo y sufre con el aburrimiento, agoniza con los minutos y se pelea con la rutina. El pasatiempo es lo que se usa para hacer feliz al pobre hombre que solo encuentra un tiempo vacío y nunca deja de ser esclavo de los segundos.

2 comentarios:

El Justo Medio dijo...

Uno de los mayores males de la posmodernidad es precisamente el aburrimiento.

El Justo Medio dijo...

Checs, te mandé un mail. Vélo.